Zonas
Yatabe y su equipo, en 2011, analizaron los datos recolectados en la primera fase del Programa de monitoreo del piojo en Chile, donde se consideró la localización de las jaulas agrupadas en los centros, los centros dentro de subzonas y las subzonas agrupadas en macro zonas. Como era de esperar, las macro zonas tienen un efecto significativo en el número de piojos, consistente con las observaciones de los productores sobre infestaciones espacialmente agrupadas. Las zonas situadas en la región de Los Lagos se asociaron con mayores infestaciones, mientras que las ubicadas en la región de Aysén se asociaron a menores infestaciones. Estas diferencias podrían ser el resultado de las distintas densidades de cultivo entre las dos regiones o por los factores oceanográficos considerados como importantes en L.salmonis, como son la profundidad del agua, el rango de mareas, patrones de circulación del agua y tasa de flujo.
Especies de peces
Tomando en cuenta los tres salmónidos más cultivados, se ha propuesto que el salmón Coho es el más resistente a L.salmonis, seguido de la trucha arcoíris y el salmón del atlántico. En el caso de C. rogercresseyi, el salmón Coho también parece ser el más resistente y el salmón del atlántico y la trucha arcoíris como los más susceptibles. En relación a L.salmonis, se ha propuesto que la resistencia en el salmón Coho resulta de una respuesta aumentada al parásito, incluido un aumento en la hiperplasia epitelial y la inflamación. Lo mismo podría ocurrir con el salmón Coho respecto a C. rogercresseyi.
Tratamiento recientes
El benzoato de emamectina es considerado una de los agentes más efectivos para controlar al piojo de mar ya que ataca tanto a juveniles como adultos: fue la única droga autorizada en Chile para su uso entre 2000 y 2007. Los baños de peróxido de hidrógeno también son usados, pero el tratamiento solo es activo sobre los estadios adultos, resultando en regeneraciones constantes. Trabajos en L.salmonis sugieren que el número de piojos se reduce a los 7 días post tratamiento con emamectina y que los niveles se mantienen bajos por hasta 64 días post tratamiento. En trabajos de campo realizados en Chile con especies de Cáligus mostraron que el número de piojos puede mantenerse bajo hasta por 96 días post tratamiento. Sin embargo, otros análisis encontraron que solo los tratamiento realizados en el último mes antes del muestreo estaban asociados a una menor carga de piojos (tanto en baños con emamectina como con peróxido de hidrógeno). En tratamientos aplicados dos y tres meses antes del muestreo, no se pudo asociar de manera estadística con menores cargas. Esto es fácilmente explicable en los baños con peróxido de hidrógeno por su acción selectiva sólo sobre los adultos. Con la emamectina esto podría asociarse con resistencia surgida de deficiencias en la rotación de la droga (al no haber otra droga alternativa en Chile con registro de uso contra piojos de mar entre 2000 y 2007). Los centros reportaron la reducción en la efectividad de la droga en 2005, lo que fue apoyado por un estudio in vitro de sensibilidad de C .rogercresseyi a la emamectina en 2008. Otras causas sugeridas de esta pérdida de sensibilidad incluyen el uso de productos genéricos y el método de aplicación con alimento medicado. Otra explicación es que los tratamientos solo se aplican en jaulas con altas cargas de parásitos, mientras que las con bajas cargas no son tratadas.
Densidad de cultivo
Se ha visto que la densidad de cultivo está significativamente asociada con mayores cuentas promedio de parásitos. Esto no debería sorprender ya que las densidades de cultivo se han relacionado con reducción de bienestar por estrés, lo que hace a estos animales más vulnerables a infestaciones y enfermedades.
Se ha sugerido que la densidad de cultivo por sobre un umbral de 22 kg/m3 se asocia con una disminución del bienestar lo que podría ayudar a definir las densidades apropiada para reducir las cargas del piojo. Es interesante notar que en un estudio de 40 centros salmoneros por 4 años en Escocia no encontró relaciones significativas entre densidades de cultivo y cargas de L.salmonis.
Peso de los peces
Existe una aparente relación entre el peso del pez y las cargas de parásitos, donde los más grandes albergan mayores cargas. Esta relación estaría relacionada al tiempo de exposición, donde los peces más grandes han pasado más tiempo en el mar. El vínculo entre edad y carga de L.salmonis ha sido descrito en salmón del atlántico. Otra posible explicación es que los peces más pesados tienen mayor superficie corporal para alojar al parásito. Un estudio de laboratorio mostró que los peces más grandes adquieren cargas mayores de L.salmonis, pero al expresarlo en número de parásitos por unidad de superficie, los salmones más pequeños son infestados más intensamente.
Salinidad del agua
Los estadios larvales del piojo de mar son susceptibles a bajas salinidades y comienzan a morir a una salinidad de 20% o menos. Los piojos de mar tienen preferencias por ambientes salinos y los peces en agua dulce pierden la infestación. Se ha sugerido también que la salinidad de agua podría afectar la tasa de poblamiento y de desarrollo de algunas especies. La menor salinidad se asocia con menores cargas de parásitos.
Co-infección
Se han encontrado que la infestación con C. rogercresseyi aumenta significativamente la mortalidad en peces infectados con Piscirickettsia salmonis. No se a descrito, sin embargo, cómo es que impacta P. salmonis en la susceptibilidad al piojo de mar.
Temperatura
Varios estudios han sugerido el vínculo entre la temperatura del agua y la abundancia de piojos, con particular referencia al desarrollo acelerado de piojos a mayores temperaturas in vivo. Sin embargo, en muchos casos el análisis de datos no ha podido demostrar de manera estadísticamente significativa este vínculo en condiciones de campo. Esto podría deberse al estrecho rango de temperaturas registradas en algunos de estos estudios.
Infestación en centros vecinos.
El rol de los centro vecinos como fuente de piojos de mar es de gran preocupación a medida que crece la industria acuícola. Múltiples estudios han identificado el vínculo entre las cargas de piojo de mar en los centros y la abundancia de peces en las áreas circundantes. Se ha sido sugerido recientemente que la presión de infestación desde centros vecinos es en realidad mayor que la presión de infestación desde dentro de un centro. En estos estudios, el “efecto vecindario” se detectó, en promedio, hasta distancias de 30 km. Se ha encontrado que la presión de infestación externa es el principal predictor de poblaciones de piojos de mar en nuevos centros de cultivo.
Otros
Otros factores de riesgo identificados en el hemisferio norte incluyen el volumen de las jaulas, el nivel de tratamiento, la velocidad de las corrientes, tiempo de recambio de agua, la profundidad de las jaulas y el nivel de piojos en los meses precedentes.